miércoles, 3 de noviembre de 2010

Destino: Ushuaia (primer intento)

En la salida de El Calafate estuvimos haciendo autostop y en menos de 30 minutos nos recogió una pareja de médicos argentinos (Silvestre y María Inés) que iban a Río Gallegos. Durante todo el viaje tuvimos una entretenida charla sobre música, arte, viajar, Argentina, España, etc, con el único pero de la música que llevaban puesta en el coche (Alejandro Sanz, Chayanne, Enrique Iglesias y un largo etcétera de… bueno me reservo lo que pienso de este tipo de “músicos”).

El recorrido duró unas 4 horas y nos llevaron hasta la puerta del hostal. Cuando llegábamos a la ciudad pudimos comprobar la “belleza” de este, Lynn me dijo: “Jorge, creíamos que era imposible, pero hemos encontrado un pueblo más feo que Osorno”.

En el hostal (que era bastante cutre y el trato bastante malo), que también había subido sus precios casi un 40% respecto al año pasado, compartíamos habitación con 2 chicos holandeses que venían de Ushuaia y estuvimos un rato charlando con ellos. Después yo me puse la radio por internet para escuchar el futbol y me quedé sobao hasta por la mañana. Lynn aprovechó para charlar con algunos de los demás huéspedes del hostal, entre los que estaban una pareja de polacos que estaban haciendo el camino desde Buenos Aires a Ushuaia (ida y vuelta) en bicicleta.

Por la mañana temprano (domingo 17 de octubre) nos fuimos hacia una gasolinera que había cerca de la estación de buses para intentar encontrar un camión que nos llevase hacia Ushuaia. Después de 30 minutos nos recogió un chaval, Ricardo, que salía de trabajar y nos dijo que no le importaba llevarnos a la frontera (60km). Por el camino se desvió un kilómetro para enseñarnos la Laguna Azul, un lago en el cráter de un volcán inactivo.

Ricardo y yo en la Laguna Azul

Curioso cartel que mezcla información científica y mitología

Nos dejó en la frontera argentina y la cruzamos a pié, ante la extraña mirada de los policías, ya que la frontera está en mitad de la nada. Fuimos andando hasta la frontera chilena (1km) donde también fliparon al vernos llegar a pié. A la salida de la frontera nos paramos para hacer autostop. En 5 minutos nos recogieron dos hombres que se dirigían a Punta Arenas y nos dijeron que nos dejaban en el cruce de Punta Delgada (230km), desde nos faltarían 16km para el barco que cruzaba el Estrecho de Magallanes.

Junto a un cartel de la Ruta 3, que une Buenos Aires y Ushuaia

Bienvenidos a Chile

Por el camino se detuvieron a comprar algo para comer, donde nos invitaron a los dos. Mientras comíamos le comenté a Lynn que le parecía si aprovechábamos para ir a Punta Arenas, y aunque nos desviábamos más de 200km de nuestra ruta, tampoco teníamos prisa por llegar a Ushuaia., y mi amigo Dani (Pope) llevaba años hablándome de esa ciudad. Nos fuimos a Punta Arenas… y eso ya es otra historia.

Sed buenos

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