miércoles, 28 de julio de 2010

De viaje por el Norte Chico (huyendo del frío)

Mapa de la IV Región de Chile

Al final hemos decidido huir del frío polar que nos va a acompañar durante parte de nuestra estancia y he pillao un coche con David y Nathalie, y nos hemos ido al Desierto de Atacama. El primer día nos pegamos una paliza de coche para ir a la zona donde queríamos movernos. Dormimos cerca de la Reserva de Pingüinos de Humbolt y por la mañana fuimos a alquilar un bote para ir a una de las islas que forman el Parque Nacional, pero el mar estaba muy regular así que decidimos dejarlo para otro día. Nos dirijiamos a un pequeño pueblo llamado Vicuña y unas mochileras (llevamos todo el viaje recogiendo gente) nos dijeron que había una fiesta hippie en un pueblecito llamado Cochiguaz para celebrar el año nuevo Maya, y la verdad que no lo pensamos mucho.

Vista de las montañas del Valle del Elqui desde Cochiguaz

El pueblo está en el Valle del Elqui, un valle en los Andes a más de 2000m, con un pelete que no veas, pero la ocasión merece la pena, es una zona del rollo de la Alpujarra, pueblecitos muy pequeños, junto a las montañas y con muy buen rollo. Toda la zona está llena de alusiones a Gabriela Mistral, ya que en uno de esos pequeños pueblos, Montegrande fué donde se crió y donde está enterrada.

Entrada del Parque Nacional Pingüinos de Humbolt

Después de un par de días por el Valle del Elqui, finalmente fuimos al Parque Nacional Pingüinos de Humboldt, a un pequeño pueblo de pescadores (Punta Choros) desde donde se va en patera a dos de las 3 islas que componen el parque, la primera de ellas es donde están los pingüinos y los leones marinos, y se llama Isla Choros. Me quedé con ganas de bucear allí pero se me iba del presupuesto, y el agüita estaba fresquísima.

Macho y hembra de León marino al sol en Isla Choros

La segunda de las islas, más pequeña que la anterior, se llama Isla Dama, donde si se puede desembarcar y estuvimos paseando por allí hasta llegar a unas playas de arena blanca espectacular. En ambas había infinidad de aves, sobre todo pelícanos, 3 tipos de cormoranes y alcatraces. También vimos Nutria marina (Lutra felina).

Isla Damas

Playa de Isla Damas

Esa noche fuimos a un observatorio astronómico muy famoso en Chile, llamado Mamalluca, entre el Valle del Elqui y el desierto de Atacama, un sitio increible.

Al día siguiente fuimos al Parque Nacional Fray Jorge, un bosque relíctico en mitad del desierto de Atacama, que se mantiene por la humedad de las nieblas matinales. Un sitio precioso.

Amigo en el camino de vuelta de Fray Jorge

Después de tanto parque decidimos regresar a Santiago, donde se quedaba nuestra socia y David y yo partiamos solos. Decidimos ir a Osorno esa misma noche, para ahorrarnos otra noche de alojamiento. Tuvimos que parar el autobús porque se nos escapaba.

Sed buenos

lunes, 19 de julio de 2010

Mis primeros días

Tras unos últimos meses (muy) difíciles para mí la aventura comienza, no sin sobresaltos de última hora, es que no se puede dejar el hacer la maleta hasta un rato antes de tener que pillar el avión jajajaja.

Despedida en el aeropuerto

Ya he llegado a tierra chilenas y todo empieza bien, hemos hecho coleguitas en el avión que nos han invitado a una fiesta mañana noche y en el control de pasaporte hemos conocido a una chica de Barcelona que se ha acoplado con nosotros (resulta ser amiga del compañero de piso de mi amigo Miguel "Boltxe", que pequeño es el mundo).

Los Andes desde el cielo

Con nuestra nueva amiga en el aeropuerto de Santiago de Chile

La putadas del low cost es que me a tocado uno de los asientos centrales de la parte central del avión, es decir que no me he podido mover en todo el viaje, si el de al lado mio se dormía no podía salir ni al baño. 13 horas enlatao. En el vuelo Buenos Aires-Santiago tuve algo más de suerte y me tocó una salida de emergencia, así que al menos podía estirar las piernas. El cruce de Los Andes ha sido espectacular, el día estaba muy despejado y las vistas han sido increibles.

El día en Chile es festivo y la ciudad parece deshabitada, así que hemso podido pasear por el centro casi sin gente por las calles, un poco extraño la verdad. Santiago es tan fea como me advirtió la gente, no hay casi nada que ver.

El primer finde hemos decidido viajar por la costa de Santiago (Valparaiso y Viña del Mar), con Nathalie como compañera de viaje.

El sábado por la mañana nos fuimos muy temprano a buscar una residencia para Nathalie (donde aprovechamos para dejar las mochilas grandes) y luego pillamos un autobús a Valparaiso (100km) y fuimos a comer a un sitio que nos recomendo el recepcionista de hostal donde habíamos dormío a comer un palto típico de aquí que se llama chorillada, un plato de patatas con pollo y salchichas en lo alto con queso fundido por encima) y entre los 3 no fuimos capaces de comernoslo cuando se suponía que era para uno.

Después de comer estuvimos toda la tarde intentando encontrar la playa y viendo que es imposible pq el tren y el puerto bloquean la primera línea de toda la ciudad decidimos ir a dormir, buscamos en la guía (pon una Lonely Planet en tu vida) algún sitio barato y que no se cayera a pedazos (complicado pq todo está un poco echo polvo y con la escusa del terremoto todo vale, pero todo Chile es un rollo España en los 50-60). Encontramos un sitio que fuese barato, lo otro fue imposible, pero los dueños eran una gente superguay, cuando nos abrieron la puerta el hombre estaba sentado en una silla, fumando y con una guitarra española, los tres nos miramos y dijimos: "este es el sitio". El hombre resultó un activista político comunista, por lo que la conversación se alargó hasta altas horas de la noche.

Por la mañana nos dieron el desayuno en un pequeño bar con un rollo muy bohemio que tienen junto a la casa, mientras continuabamos con la conversación de la noche anterior.

En las calles de Valparaiso

Por la mañana fuimos a la zona de Bellavista, conocida por el museo al aire libre, con pinturas en las paredes y farolas decoradas con mosaicos de colores muy chulos. Esta zona es donde está la casa de Pablo Neruda.

Falora en el Barrio de Bellavista (Valparaiso)

La ciudad no es bonita, es un rollo Lisboa, todo antiguo, mal cuidado pero con un ambiente melancólico muy especial. A medio día nos fuimos hacia Viña del Mar (10km) en microbús. Es una ciudad no muy grande pero muy turística que no tiene mucho encanto, pero donde hemos visto un atardecer en el Pacífico increible.

Atardecer en Viña del Mar

Luego tomamos de nuevo el micro para Valparaiso y cuando fuimos al autobus para volver a Santiago no había ninguno libre hasta las 22.00, esto eran las 18.00, así que decidimos volvernos haciendo dedo. Nos hicimos un cartelito y estiramos el pulgar. Al ratillo nos pararon 4 colombianas locas que conducían como un mono borracho y en un coche en que ibamos 5 en el asiento trasero.

Haciendo dedo en Valparaiso

Nos dejaron cerca de donde ibamos a pasar la noche, una casa "rústica" (eufemismo de hecha mierda), muy fría pero barata. La gente es muy amable, lo que el país no es tan barato como esperabamos, así que tendremos que recortar gastos.

Pasaremos los próximos días en Santiago hasta que nuestra compañera encuentre un hogar, después pensamos irnos de viaje los 3.

Sed buenos