lunes, 19 de julio de 2010

Mis primeros días

Tras unos últimos meses (muy) difíciles para mí la aventura comienza, no sin sobresaltos de última hora, es que no se puede dejar el hacer la maleta hasta un rato antes de tener que pillar el avión jajajaja.

Despedida en el aeropuerto

Ya he llegado a tierra chilenas y todo empieza bien, hemos hecho coleguitas en el avión que nos han invitado a una fiesta mañana noche y en el control de pasaporte hemos conocido a una chica de Barcelona que se ha acoplado con nosotros (resulta ser amiga del compañero de piso de mi amigo Miguel "Boltxe", que pequeño es el mundo).

Los Andes desde el cielo

Con nuestra nueva amiga en el aeropuerto de Santiago de Chile

La putadas del low cost es que me a tocado uno de los asientos centrales de la parte central del avión, es decir que no me he podido mover en todo el viaje, si el de al lado mio se dormía no podía salir ni al baño. 13 horas enlatao. En el vuelo Buenos Aires-Santiago tuve algo más de suerte y me tocó una salida de emergencia, así que al menos podía estirar las piernas. El cruce de Los Andes ha sido espectacular, el día estaba muy despejado y las vistas han sido increibles.

El día en Chile es festivo y la ciudad parece deshabitada, así que hemso podido pasear por el centro casi sin gente por las calles, un poco extraño la verdad. Santiago es tan fea como me advirtió la gente, no hay casi nada que ver.

El primer finde hemos decidido viajar por la costa de Santiago (Valparaiso y Viña del Mar), con Nathalie como compañera de viaje.

El sábado por la mañana nos fuimos muy temprano a buscar una residencia para Nathalie (donde aprovechamos para dejar las mochilas grandes) y luego pillamos un autobús a Valparaiso (100km) y fuimos a comer a un sitio que nos recomendo el recepcionista de hostal donde habíamos dormío a comer un palto típico de aquí que se llama chorillada, un plato de patatas con pollo y salchichas en lo alto con queso fundido por encima) y entre los 3 no fuimos capaces de comernoslo cuando se suponía que era para uno.

Después de comer estuvimos toda la tarde intentando encontrar la playa y viendo que es imposible pq el tren y el puerto bloquean la primera línea de toda la ciudad decidimos ir a dormir, buscamos en la guía (pon una Lonely Planet en tu vida) algún sitio barato y que no se cayera a pedazos (complicado pq todo está un poco echo polvo y con la escusa del terremoto todo vale, pero todo Chile es un rollo España en los 50-60). Encontramos un sitio que fuese barato, lo otro fue imposible, pero los dueños eran una gente superguay, cuando nos abrieron la puerta el hombre estaba sentado en una silla, fumando y con una guitarra española, los tres nos miramos y dijimos: "este es el sitio". El hombre resultó un activista político comunista, por lo que la conversación se alargó hasta altas horas de la noche.

Por la mañana nos dieron el desayuno en un pequeño bar con un rollo muy bohemio que tienen junto a la casa, mientras continuabamos con la conversación de la noche anterior.

En las calles de Valparaiso

Por la mañana fuimos a la zona de Bellavista, conocida por el museo al aire libre, con pinturas en las paredes y farolas decoradas con mosaicos de colores muy chulos. Esta zona es donde está la casa de Pablo Neruda.

Falora en el Barrio de Bellavista (Valparaiso)

La ciudad no es bonita, es un rollo Lisboa, todo antiguo, mal cuidado pero con un ambiente melancólico muy especial. A medio día nos fuimos hacia Viña del Mar (10km) en microbús. Es una ciudad no muy grande pero muy turística que no tiene mucho encanto, pero donde hemos visto un atardecer en el Pacífico increible.

Atardecer en Viña del Mar

Luego tomamos de nuevo el micro para Valparaiso y cuando fuimos al autobus para volver a Santiago no había ninguno libre hasta las 22.00, esto eran las 18.00, así que decidimos volvernos haciendo dedo. Nos hicimos un cartelito y estiramos el pulgar. Al ratillo nos pararon 4 colombianas locas que conducían como un mono borracho y en un coche en que ibamos 5 en el asiento trasero.

Haciendo dedo en Valparaiso

Nos dejaron cerca de donde ibamos a pasar la noche, una casa "rústica" (eufemismo de hecha mierda), muy fría pero barata. La gente es muy amable, lo que el país no es tan barato como esperabamos, así que tendremos que recortar gastos.

Pasaremos los próximos días en Santiago hasta que nuestra compañera encuentre un hogar, después pensamos irnos de viaje los 3.

Sed buenos

2 comentarios:

  1. Hola, soy Juanma (de Cádiz) pone "Administrador" porque quise darle a los comentarios de mi blog algo de seriedad XDD

    Me he leído todas las entradas y me está sorprendiendo mucho tu viaje y tus maneras de vivirlo.
    Sobre esto último que leí: los precios. Tienes que saber que los chilenos, y casi todos los sudamericanos, tienen un doble precio para todo: precio para chilenos y precio para extranjeros. Como te imaginarás no te toca el más barato jejeje.

    Un abrazo enorme desde aquí.

    ResponderEliminar
  2. Ya te digo yo que donde yo estoy no hay turistas, y los precios del super son los que son, y ahí fue donde más me sorprendió. Los dobles precios son sobre todo de los pelotudos de los argentinos, que lo hacen hasta en los aviones.

    Un abrazo

    ResponderEliminar