martes, 28 de septiembre de 2010

Senderismo en Las Cascadas

El domingo temprano (son dos palabras que cuando las junto suelen darme escalofríos, pero esta vez decidí juntarlas de buena gana) David y yo nos fuimos a un pequeño pueblo a 85km de Osorno, al este del lago Llanquíhue, llamado Las Cascadas, uno de esos sitios que no vienen en los mapas ni en las guías y que todo el mundo debería ver (y donde algún botánico que yo me sé hubiese disfrutao como un cochino-jabalí). El pueblo está situado en una de las laderas del Volcán Osorno. El nombre me resultó curioso y que descubrí por casualidad cuando buscaba información para ir a Petrohué, y le pregunté a Miguel, un amigo de mi casera, y que es un loco de la montaña. Me dijo que desde Osorno salía un autobús directo allí y que era un sitio muy recomendable.

Mapa de la zona del Lago Llanquihue

Así que allí nos fuimos los dos (ibamos a ser 3 pero hubo a una que se le pegaron las sábanas), con el susto del terremoto todavía en cuerpo ha pasar el día de ruta. Cuando ibamos en el autobús veíamos como nos acercabamos al volcán, además el cielo despejado nos permitía ver perfectamente los 3 volcanes que ya os comenté cuando estuve en Puerto Varas. Llegamos al pueblo, y cuando comenzabamos la subida una nube cubrió la cima y me jodió la foto. El principio del sendero era un bosque bastante despejado que se fue cerrando hasta convertirse en un bosque muy denso. La subida es de unos 7-8 km a través de un impresionante bosque muy húmedo, donde hay unos gigantescos helechos, y que a va siguiendo el cauce del río, mientras el valle se va cerrando hasta convertirse en 2 paredes verticales de donde cae agua por todos lados.



Agua cayendo de lo alto del cortado

No es el típico sendero de domingueros y marujas, ya que los puentes son bastantes inestables, hay partes que hay que saltar por las piedras del río y el camino está muy embarrado.


El sendero termina en una enorme cascada, que provoca un enorme estruendo y que llena el ambiente de microgotas, y cuando te das cuenta estás empapado.



A la vuelta paramos a comer en un gran tronco que estaba volcado sobre el río y que unía las dos orillas. A la subida en ese mismo tronco pudimos contemplar el cortejo de una pareja del enorme Martín pescador (Megaceryle torquata).


Pareja de Martín pescador

Casi finalizando el sendero de bajada se nos cruzó en mitad del sendero una tarántula (Euathulus vulpinus) que hizo que el día fuese bastante completo.



Después decidimos cruzar el pueblo para ir a la playa, desde donde se puede contemplar Puerto Octay e intuir Frutillar y Puerto Varas al otro lado del lago.

Después nos fuimos andando por la carretera haciendo dedo, pero al final el único que paró a recogernos fue el autobús.

Sed buenos

domingo, 26 de septiembre de 2010

Mi primer terremoto

Gracias al gran terremoto del 27 de febrero del 2010 estoy en Chile, a todos los que les había tocado Chile o los que estaban en la lista de espera para venir aquí renunciaron. Hace años en Málaga un pequeño temblor me hizo despertarme pero no sabía porque hasta que no vi las noticias al día siguiente. Ahora mismo acabo de sentir mi primer terremoto de verdad, han sido 5 segundos, pero mi casa se ha movido de una forma brutal. Estaba en el baño y he escuchado como los pájaros que hay en la calle han empezado a gritar todos a la vez de forma muy fuerte, unos segundos después una gran sacudida ha hecho que mis piernas se pusieran a temblar. Por supuesto todos mis compañeros que estaban durmiendo se han despertado al momento. Otra experiencia más de este viaje que no olvidaré jamás.

Sed buenos

Actualización (01.58h GMT-4): Veo en internet que el terremoto ha sido a 30km de Osorno y de intensidad 5.1. Yo digo que para ser de 5.1 ha sido una pasada (y los pájaros siguen revoloteando, así que no estoy tranquilo)

domingo, 19 de septiembre de 2010

Viaje frustrado

Al final un problema de salud de un familiar de la chica que nos había invitado a su casa nos ha frustrado el viaje a Panguipulli, un pequeño pueblo en la XIV Región. Así que me he tomado estos días de fiesta de tranquileo, dormir mucho, peliculitas y un poquito de fiesta por la noche.

Ya me he comprado la tienda de campaña y el billete del barco para mi viaje al sur, así que el dinero que me he gastado en estas compras, lo que me voy a gastar durante esos días y que tengo que terminar unos trabajos y tengo algún examen, pienso que no tendré muchas aventuras hasta que me monte en el barco el día 8 de octubre, pero si sale alguna os la contaré.

Sed buenos

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Conociendo la X Región

Después de unos (demasiados) días de baja por una amigdalitis y un montón de días de fiebre, ya estoy otra vez a tope. Como el día 18 es el bicentenario de la independencia de Chile, me han dado de vacaciones esta semana en la universidad, semana que he aprovechado para viajar, para conocer un poco la X Región, la Región de Los Lagos, donde está Osorno. Este viaje es diferente a los demás, ya que como me estoy moviendo por los pueblos de alrededor estoy volviendo a casa casi todos los días, para ahorrar un poco de pasta, porque esto no es nada barato.

Mapa de la X Región, Región de los Lagos

El sábado me fui junto a David, Lynn y Gabriel a Maicolpué, un pequeño pueblo de la costa de Osorno, a algo más de una hora de Osorno. La verdad que salimos más tarde de lo que pensabamos porque no sabíamos que los autobuses de la costa salen desde uno de los barrios (aquí llamados comunas) de las afueras, y mientras llegamos y salía el bus, llegamos al pueblo a las 14.00h. Nada más llegar nos fuímos a la playa (la cabra tira al monte) y de repente vi una aleta negra cerca de la costa (a unos 50-100m de la orilla), todos miraron y estuvimos casi una hora flipando con los delfines (Cephalorhynchus eutropia), había como 5-6 y una cría que no se separaba de la madre. Algunos se entretenían surfeando las olas para nuestro disfrute. Después fuímos hacia el pueblo, y casi llegando un hombre nos dijo que los restaurantes estaban en la zona de la playa de donde veniamos, así que como ya era hora de comer algo nos volvimos y nos fuímos a un fantático restaurante, donde por 6€ por cabeza nos comimos un congrio increible y con unas vistas del mar inigualables.

Playa de Maicolpué con el pueblo al fondo

Delfín chileno

Vistas del restaurante donde comimos

Martín pescador de collar (Megaceryle torquata). Es el doble de grande que los de España

Después de comer nos fuímos andando, como ya hemos hecho otra veces, para pillar el bus de camino y así ver los paisajes. Llegamos andando a otro pueblito costero, Bahía Mansa, y seguimos andando, después de más de 10km la fuerte lluvia nos hizo refugiarnos en una parada del autobús y decidimos hacer dedo, porque ni rastro del bus, como de costumbre. Nos vinimos los 4 en un la parte de atrás de una Renault Express, sin asientos pero nos lo pasamos genial. Cuando llegamos a Osorno el hombre se paró y nos dijo que ya estabamos, pero nos dejó a las afueras de Osorno y además estabamos super desorientados, imaginaos la cara del hombre de la tienda a la que entré y le pregunte "perdone, ¿dónde estamos?". El hombre nos guió y rápidamente nos orientamos, pero estabamos como a 6-7 km del centro, más lo que hay hasta mi casa, más de 10km para terminar la aventura.

Bonito rincón en el camino de regreso

Al día siguiente los mismos 4 individuos decidimos ir hacia el sur y nos fuímos hasta Puerto Octay, una pequeña y bonita ciudad "alemana" junto al lago Llanquihue. Las vistas no eran muy buenas porque donde se suponía que debería haber 3 inmensos volcanes, solo había una banda de nubes, aunque el día era primaveral y estaba, en general, bastante despejado.

Plaza principal de Puerto Octay

Lago Llanquihue en Puerto Octay. Al fondo deberían verse los volcanes Osorno, Puntiagudo y Calbuco

Después nos fuímos hasta Puerto Varas, una importante ciudad turística, a orillas de ese mismo lago y también con una importante influencia alemana. Recorrimos todo la orilla del lago, sus calles céntricas y subimos hasta un monte para aprovechar que el día se había despejado un poco más y podiamos ver 2 de los volcanes.

Puerto Varas

Nosotros con el impresionante volcán Osorno de fondo

La verdad que fue un día precioso y ambas ciudades tenían mucho encanto.

El lunes David y yo nos fuímos a Tegualda, una pequeña aldea al sur de Osorno donde vive un compañero de la universidad, Eduardo Arzolas, el padre protector de todos los biólogos marinos de Osorno. El pueblo era muy muy chico y no tenía nada, pero la carretera que lleva hasta él es increible, todo lleno de bosques y praderas. Los padres tienen una preciosa casa, un huerto, un invernadero, un gallinero, etc, es decir, un sitio maravilloso. Su madre es una excelente cocinera y comimos como no lo hacíamos desde que llegamos a Chile. Lo mejor de todo es que pudimos ver muy de cerca los colibries que ya empiezan a revolotear por aquí.

Colibrí acercandose al bebedero en casa de Arzolas

El martes por la tarde, antes de regresar a Osorno, nos fuimos a Frutillar Bajo, otro bonito pueblo costero de influencia alemana y muy turístico a la orilla del Llanquihue.

Arzolas, David y yo en la playa de Frutillar Bajo

Embarcadero de Frutillar Bajo

La verdad que fueron dos días muy tranquilos, con gente encantadora, buena comida y un entorno único.

Hoy miércoles me he ido con Lynn a Puerto Varas para poder pillar un bus hacia los Saltos del Petrohué (en total a más de 3 horas y media de Osorno), una zona dentro del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, un precioso bosque atravesado por el río Petrohué con unos saltos de agua y unos rápidos flipantes, y el color turquesa del agua para rematar. Estuvimos recorriendo el parque, lleno de recovecos, durante más de 3 horas y después nos fuímos andando hasta el pueblo de Petrohué que estaba como a 6km.

Entrada del parque "Los Saltos del Petrohué"

Saltos de agua y rápidos

Cascada

Bosque de galerías

El río entre un arrayán (Luma apiculata)

El pueblo está junto al Lago de Todos los Santos y es donde nace el río que da lugar a los saltos. El pueblo es la mínima expresión de un pueblo, una rotonda, una agencia de viajes, una tienda, un camping, un hotel y algunas casa esparriadas por la orilla, pero en una situación privilegiada, en la ladera del Volcán Osorno, que estaba tapado por las nubes, y junto a un enorme lago flanqueado por bosques y nevadas montañas.

La verdad que el día ha vuelto a ser fantástico.

Como aquí del 17 al 2o es fiesta por el tema del bicentenario, la siguiente aventura (mañana) será algo más larga, ya que no habrá autobuses esos días. Ya os contaré cuando vuelva.

Sed buenos