Como ya os comenté que la universidad aquí comineza a un ritmo tranquilito me fui con David, Lynn (EEUU) y Natalia (Colombia) a uno de los sitios que traía apuntado para visitar, San Carlos de Bariloche o Bariloche como lo llaman los argentinos.
Mapa de Bariloche y alrededores
El viaje son 4 horas a través de Los Andes, mucha nieve, unos bosques increibles, muchas rapaces, es decir nada más empezar ya es un flipe.
Cuando llegamos estuvimos toda la tarde buscando un hostal, debido a lo cual la colombiana empezó a mosquearse, ella lo de andar no lo llevaba muy bien. Salimos a tomar algo pero hacía un frío que te cagas así que decidimos comprar Quilmes y hacer botellón en la habitación.
Bariloche es una ciudad a la orilla de un enorme lago, rodeada de altísimas montañas y de un buen puñao de lagos. Tiene un rollo como Pradollano (Sierra Nevada), parecido a Suiza pero lleno de argentinos jajajaj
Al día siguiente estuvimos toda la tarde andando por allí, recorriendo la ribera del lago y luego nos fuimos a buscar el Cerro Catedral, una de las montañas más altas de las que hay allí, y donde está la estación de esquí. Como ese día también andamos como 20-25km la colombiana seguía cabreandose jajajaja. Por la noche tuvimos el mismo plan que el día anterior. Lynn nos comentó que ella quería ir a esquiar al día siguiente. David y yo estabamos como locos pero los precios eran muy caros, así que dijimos que preferiamos ir a conocer los alrededores.
Por la mañana las niñas se fueron a esquiar y David y yo nos fuimos dirección Llao llao. Desde allí seguimos andando por un increible bosque dirección Colonia suiza, un pequeño pueblo que su nombre no deja mucho a la imaginación de que es. Por el camino decidimos hacer dedo porque nos quedaban mas de 20km y no nos iba a dar tiempo llegar a Bariloche antes de que se hiciera de noche. Nos recogieron uns chavales, un argentino y un canadiense. Este último llevaba más de 7 meses viajando por sudamérica y no sabía cuando iba a volver a su país. Estuvimos toda la tarde con ellos visitando los pueblecitos y las cervecerías artesanales de la zona, y Julián (como se llamaba el güiri) nos estuvo contando donde había estado y me dío algunas recomendaciones de viajes (una de ella se llevará a cabo a mediados de octubre). Cuando llegamos la colombiana ya había explotado, Lynn no le quiso enseñar a esquiar (con toda la razón, para un día que tienes para esquiar y a un precio desorbirtao, no lo vas a perder en enseñar a un pato) y decidió irse a ¡¡¡hacerse la manicura!!!!. Desde ese momento ya eramos 3 en el viaje. Por la noche salimos de fiesta porque era la fiesta de inicio de la temporada de esquí.
Al día siguiente estuvimos otra vez recorriendo la ciudad y nos volvimos otra vez en bus atravesando Los Andes.
Un buen fin de semana y un sitio increible
Sed buenos
Un buen fin de semana y un sitio increible
Sed buenos
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