miércoles, 11 de agosto de 2010

Viaje a San Carlos de Bariloche

Como ya os comenté que la universidad aquí comineza a un ritmo tranquilito me fui con David, Lynn (EEUU) y Natalia (Colombia) a uno de los sitios que traía apuntado para visitar, San Carlos de Bariloche o Bariloche como lo llaman los argentinos.

Mapa de Bariloche y alrededores

El viaje son 4 horas a través de Los Andes, mucha nieve, unos bosques increibles, muchas rapaces, es decir nada más empezar ya es un flipe.
Vistas de la carretera desde el autobús


Frontera argentina

Cuando llegamos estuvimos toda la tarde buscando un hostal, debido a lo cual la colombiana empezó a mosquearse, ella lo de andar no lo llevaba muy bien. Salimos a tomar algo pero hacía un frío que te cagas así que decidimos comprar Quilmes y hacer botellón en la habitación.

Bariloche es una ciudad a la orilla de un enorme lago, rodeada de altísimas montañas y de un buen puñao de lagos. Tiene un rollo como Pradollano (Sierra Nevada), parecido a Suiza pero lleno de argentinos jajajaj
Plaza central de Bariloche

Al día siguiente estuvimos toda la tarde andando por allí, recorriendo la ribera del lago y luego nos fuimos a buscar el Cerro Catedral, una de las montañas más altas de las que hay allí, y donde está la estación de esquí. Como ese día también andamos como 20-25km la colombiana seguía cabreandose jajajaja. Por la noche tuvimos el mismo plan que el día anterior. Lynn nos comentó que ella quería ir a esquiar al día siguiente. David y yo estabamos como locos pero los precios eran muy caros, así que dijimos que preferiamos ir a conocer los alrededores.

David y yo en Llao llao

Por la mañana las niñas se fueron a esquiar y David y yo nos fuimos dirección Llao llao. Desde allí seguimos andando por un increible bosque dirección Colonia suiza, un pequeño pueblo que su nombre no deja mucho a la imaginación de que es. Por el camino decidimos hacer dedo porque nos quedaban mas de 20km y no nos iba a dar tiempo llegar a Bariloche antes de que se hiciera de noche. Nos recogieron uns chavales, un argentino y un canadiense. Este último llevaba más de 7 meses viajando por sudamérica y no sabía cuando iba a volver a su país. Estuvimos toda la tarde con ellos visitando los pueblecitos y las cervecerías artesanales de la zona, y Julián (como se llamaba el güiri) nos estuvo contando donde había estado y me dío algunas recomendaciones de viajes (una de ella se llevará a cabo a mediados de octubre). Cuando llegamos la colombiana ya había explotado, Lynn no le quiso enseñar a esquiar (con toda la razón, para un día que tienes para esquiar y a un precio desorbirtao, no lo vas a perder en enseñar a un pato) y decidió irse a ¡¡¡hacerse la manicura!!!!. Desde ese momento ya eramos 3 en el viaje. Por la noche salimos de fiesta porque era la fiesta de inicio de la temporada de esquí.

David y yo tapando las vistas del Lago P. Moreno

Templo cervecero. Cervecería artesanal Blest

Al día siguiente estuvimos otra vez recorriendo la ciudad y nos volvimos otra vez en bus atravesando Los Andes.

Un buen fin de semana y un sitio increible

Sed buenos

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